Definición de Pérdida de Hábitat
Licenciado en Biología
La pérdida de hábitat hace referencia a la desaparición del hábitat natural de las especies. Las causas que pueden motorizar este fenómeno son variadas y están vinculadas a transformaciones inducidas por las actividades humanas. Cuando hablamos de pérdida de hábitat, nos imaginamos un desmonte, pero este no es necesariamente el caso. Desde luego que un desmonte puede hacer desaparecer un conjunto de hábitats de un plumazo, pero también un hábitat puede perderse porque pierde sus propiedades o pierde parte de su biodiversidad como consecuencia, por ejemplo, de un evento de contaminación.
Cuando esto ocurre, quizá la especie haya perdido un recurso vital, o falte una especie clave sin la cual, la especie que nosotros estamos considerando no pueda sobrevivir (el ejemplo clásico de esto es la distribución de las especies de plantas y las de sus insectos polinizadores, que no es raro que estén asociadas y si falta una, la otra se extinga localmente).
Principios del hábitat
Cada especie en nuestro planeta tiene un hábitat definido. El hábitat es, a grandes rasgos, el lugar donde esa especie encuentra las condiciones necesarias para vivir, crecer, reproducirse y desarrollarse de forma natural.
Un punto importante con respecto a los hábitats, es que no solo basta que exista para que sea habitable para una especie. También debe tener el tamaño adecuado, y distintas especies tienen tamaños de hábitat óptimos diferentes.
No tendrá la misma extensión el hábitat para una especie de insecto que para un felino, por ejemplo. Los felinos se caracterizan por abarcar grandes extensiones de terreno cuando salen a buscar presas, por lo que para conservar estas especies es indispensable que se considere el tamaño del hábitat.
Esto se denomina continuidad de hábitat, y cuando se rompe, además de que el tamaño de los parches se reduce y puede que sean demasiado pequeños para ciertas especies, comienzan a aparecer otros procesos ecológicos, como el efecto de borde, que hace que disminuya la calidad general del hábitat de esos parches.
En la actualidad, el planeta está atravesando una crisis de biodiversidad, que no es más que la pérdida de especies por una tasa de extinción acelerada.
Este problema llega a tal punto, que algunos especialistas ya hablan de que la biosfera está transitando por la sexta extinción masiva de su historia. Aún no existe un consenso científico respecto a si la actual es o no es una extinción masiva comparable en rapidez y extensión a las pasadas.
Lo cierto es que la velocidad con la que se extinguen las especies en la actualidad es superior a la tasa de extinción de fondo, que sería algo así como “la tasa de extinción natural”.
A diferencia de todas las extinciones anteriores, la sociedad humana tiene mucho que ver en este nuevo periodo de extinción. Algunos procesos, entre los que se cuentan la pérdida de hábitat y las invasiones biológicas, contribuyen a la crisis de biodiversidad.
Causas de la pérdida de hábitats
La pérdida y fragmentación de los hábitats naturales es una de las principales amenazas para la supervivencia de múltiples especies a nivel mundial. Según estimaciones, aproximadamente el 13% de los ecosistemas originales aún permanecen en buen estado. El resto se ha transformado debido a la actividad humana.
Ya hemos comentado que, cuando el hábitat se fragmenta, comienzan procesos que disminuyen la calidad de los fragmentos restantes.
Factores en el uso del suelo
Uno de los factores clave es la expansión de la frontera agrícola y ganadera. Cada vez es necesario producir más alimento, lo que ha determinado que millones de hectáreas de praderas, sabanas y selvas se hayan deforestado o quemado para liberar grandes extensiones de tierra para dedicarlas a la agricultura o la implantación de pastizales para criar ganado.
Así, un terreno que era “usado” por la comunidad natural, cambia el régimen de uso y pasa a ser empleado con otro fin.
El desmonte o la quema implican la desaparición de la comunidad biológica casi completa. Lo poco que queda formara parte de un ambiente severamente degradado, con una biodiversidad muchísimo más baja de la que existía previamente y donde muchas especies ya no podrían sobrevivir.
Incluso, en el caso de que se deje prosperar “parches” de vegetación natural dentro del cultivo, se produce un fenómeno conocido como fragmentación de hábitat. Los parches son áreas de pequeño tamaño, usualmente degradadas, que están expuestas a los contaminantes que se usan en los cultivos. Evidentemente, estas áreas podrán servir de refugio a algunas de las especies de plantas y pequeñas especies de animales, pero no todas las especies de plantas originales lograr aran establecerse y prosperar en el parche.
La fragmentación de hábitats agrava la pérdida de biodiversidad que produce la pérdida de hábitat.
Al ser áreas pequeñas y degradadas, su calidad es mucho menor que el hábitat original y especies como aves y mamíferos, se retirarán definitivamente del lugar.
Otro importante cambio de uso del suelo es el desarrollo urbano, que también está consumiendo enormes áreas verdes ya sea para la construcción de infraestructura civil, viviendas o industrias. Todos estos procesos llevan aparejada una deforestación a gran escala.
Las modificaciones en los cauces de ríos, la construcción de embalses para la producción de energía eléctrica o el acopio de agua para consumo humano o irrigación, la minería y extracción de recursos a cielo abierto son otros cambios de uso del suelo que terminan por destruir o fragmentar ecosistemas acuáticos y terrestres, con la consiguiente afectación de la biodiversidad.
Contaminación
Otra de las grandes causas de la pérdida de hábitat es la contaminación. Por lo general, los problemas de contaminación ocurren conjuntamente con procesos de cambio de uso del suelo, pero pueden darse eventos aislados.
La contaminación reduce la calidad de cualquier hábitat que la reciba y puede hacer que ese territorio contaminado deje de ser habitable para las especies más sensibles.
Consecuencias de la pérdida de hábitats
La extinción local de las especies está entre las principales consecuencias. Al perder sus zonas de alimentación, reproducción y refugio, la supervivencia de la especie se ve comprometida. Si la pérdida es total, entonces la especie puede desaparecer de ese lugar.
Las poblaciones sobrevivientes quedan aisladas en parches de hábitats fragmentados, pequeños y de mala calidad, y en estas condiciones, la diversidad genética de las poblaciones disminuye. La diversidad genética es clave para la supervivencia a largo plazo de cualquier especie, porque es lo que permite que se adapte a los cambios y evolucione.
La baja diversidad genética es un factor preocupante que aqueja a muchas especies, ya que representa la incapacidad de la especie de adaptarse a un ambiente cambiante y aumenta mucho sus probabilidades de extinción en el corto plazo.
Trabajo publicado en: Jul., 2024.
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